viernes, 25 de noviembre de 2011

AUSENCIA


Tímidamente, el sol acaricia mi faz, tratando de abrigarme
en parte para no dañar y no perturbar mi paz,
con esos curiosos rayos que  filtrados de entre las nubes,
 terminan en mi ventana.

Mi semblante inmóvil, mi cuerpo helado, extrañando el calor,
que por mas que se esfuercen esa gotitas de sol, no logran
 dar  calor a mi vida,  a mi cuerpo, mi alma , mi espíritu.
Pobres rayos, como hacer entender que mi ausencia de calor
 es a causa de ella; ella que no está, que no podrá abrigarme mas pues 
 se ha llevado su calor y con ella el mio.

Ayer, solo ayer, es cuando me abrigaba con solo su mirar,
 todo en ella era calor, sus palabras, su reír, el suspirar,
su andar, fue mi propio rayo de sol,
 mi todo.

...¡Dios!...  como entender que ese cuerpo lleno de calor,
 lleno de vida, que iluminaba todo al rededor, ahora esté
inerte, frío, sin mirar, sin reír, tendido sobre ese cajón.
Te miro en penumbras por mis ojos aguados sin todavía
entender como ese frío se apoderó de ti, esas manos
 que abrigaban todo, son témpanos, esa mirada que
 iluminaba la inmensidad, esta perdida.
¡Despierta vida!, dame tu calor, ¡Despierta amor!, dame tu mirar.
...Como revivir  tu calor...

En noches de luna, Machis reviven por instantes,
 a tu ser querido, en claras aguas de río.

Amor mio,
 sólo un instante quiero tu susurro al oído.
Amor mio,
sólo un  instante  mirar tus ojos y decir....
.. en la noche el sueño es esquivo,
el recuerdo se torna traicionero, y la soledad ataca implacable.
Que daría por una Machi y un instante
que apague mis pensamientos y calme mi angustiado corazón.

Amor....quedate con migo

Amor.... llevame contigo

Amor...  necesito tu calor.

Florentino

No hay comentarios:

Publicar un comentario