...¡la extrañaba!... ,
Esa mujer, que un día de Dios me hurto,llevándose mi alma y corazón.
Mujer que enriquecías lo amargo, alumbrabas lo oscuro, caminos pedregosos allanabas, lo solido en liquido convertías con tu palpar, mujer que controlaba cada estación del tiempo, tan solo con tu presencia, que alterabas el producto final, transformándolo, burlando lo lógico, Cada día lo convertías en fiesta donde olores, colores, sabores hermosos y sabrosos te rodeaban, ella con la cual conocí querubines y hadas que giraban al rededor entonando y bailando versos, en los cuales todas las rimas terminaban con tu nombre, esa mujer que acortaba los días para que fuesen mas largas las noches, tan solo para amarnos.
En valiente decisión, convicción que a pasos que daba se acrecentaba, ignorando orgullo y razón, partía en busca de mi amor, infructuoso se hacia el razonar, el pensar, ya el mirar postrero no importaba sólo un futuro a tu lado me alentaba.
Pero al verla a ella mi mujer de un sueño y de golpe despertar no eras, no estabas, ya mi mujer no encontré.
solo un sueño nada más, una ilusión de mi querer, una amarga realidad. Fui en busca de esa mujer, mi mujer, busque en su mirar, en su hablar, y ya no estabas
Florentino
Florentino
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